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3 enero 2011
Tratamientos estéticos
no invasivos, una tendencia que crece
Si bien en los comienzos de estas prácticas la gente
pretendía modificar los signos del envejecimiento a edades tardías, en la
actualidad se buscan cambios faciales más sutiles, que mantengan la fisonomía y
expresividad del rostro.
En
la última década se produjo un notable incremento de los procedimientos
estéticos no invasivos. Si los años 80 y 90 fueron
los de mayor avance en técnicas quirúrgicas agresivas, la evolución posterior
de los casos tratados en esa época propició una evolución hacia técnicas más
suaves, dándose cada vez mayor importancia a los resultados que consiguen
cambios sutiles y proporcionados a cada paciente.
“Hace
15 años se pretendía modificar los signos del envejecimiento a edades tardías,
entre los 60 y 65 años, intentando que los tejidos volvieran a su posición
anterior de manera drástica, explicó el doctor Ricardo Hoogstra,
jefe de Cirugía Plástica del Hospital José María Penna,
quien destacó que “la mayor parte de las intervenciones se realizaban con
anestesia general y producían modificaciones faciales muy evidentes que no
siempre tenían un resultado de naturalidad que pretendía el paciente. En la
actualidad, los pacientes son más jóvenes, crecieron en una sociedad que
aprecia el cuidado y la salud del cuerpo y buscan cambios faciales más sutiles,
que mantengan la fisonomía, la expresividad y la mímica completa del rostro
retrotrayéndolo a lo que era hace unos años”.
Los
materiales de relleno, las aplicaciones con láser, la mesoterapia y
radiofrecuencia son algunas opciones de la medicina estética para rejuvenecer,
planchar arrugas o disimular las “arañitas” de las piernas, inclusive, para
lucir una nueva nariz e incluso mejorar la estética vaginal, sin pasar por el
bisturí. Esta tendencia ideal para quienes no pueden o no desean pasar por una
operación, se instaló con fuerza en Europa y en los Estados Unidos (aquí la
demanda creció en última década en un 800%) y está ocupando un lugar cada vez
más importante en nuestro país.
Las
adiposidades localizadas, la celulitis, la obesidad, la flaccidez, las estrías,
las alteraciones provocadas a nivel de la cicatrización o pigmentación
(manchas) y secuelas del acné pertenecen también al amplio arco de problemas estéticos que hoy
encuentran una respuesta más amigable en los procedimientos menos invasivos.
Entre
ellos encontramos variantes del lifting que consigue,
en personas con un grado de envejecimiento facial moderado, una elevación de
los tejidos fláccidos de la cara con una cicatriz mucho menor que la del lifting convencional, siendo además la operación mucho más
corta y segura para los tejidos del paciente. De ahí el nombre coloquial de
mini-lifting.
En
el caso de las adiposidades localizadas los importantes avances en la
tecnología láser como el I-LIPO abren nuevas alternativas al modelado no invasivo del contorno corporal. Permite eliminar las
células grasas sin bisturí, anestesia ni reposo entre 1 a 3 centímetros en cada
sesión. Con un mecanismo de acción inocuo y sin riesgo bioquímico para el
organismo. El procedimiento da buenos resultados estimulando los mecanismos
fisiológicos naturales del organismo y por si fuera poco se realiza en el marco
de un programa que reeduca al paciente en hábitos nutricionales y actividad
física.
“Para
quienes buscan una técnica mínimamente invasiva pero con resultados ultra rápidos y visibles,
sintetiza el especialista, pueden optar por el láser lipólisis fox, que
reemplaza a la técnica de liposucción convencional en áreas pequeñas”, detalló
el especialista que también se desempeña como docente en
Normalmente
es una práctica ambulatoria, que apenas requiere anestesia local, y que no deja
cicatrices ni edema y puede aplicarse en rodillas, papadas, abdomen inferior,
pantorrillas, con apenas 10 o 15 minutos de tratamiento. Esta novedosa técnica express ahorra el considerable período de recuperación de
la liposucción convencional y el paciente continúa con su vida en forma totalmente
normal.
No
menos importantes son los desarrollos de luz pulsada que permiten eliminar las
manchas en la piel, reduce el tamaño de los poros, elimina pequeñas lesiones
vasculares faciales y uniformiza el color y mejora la textura cutánea.
La
disminución de los riesgos y la mejoría en los resultados son fundamentales en
el aumento de la demanda de procedimientos estéticos.
“Desde
hace unos quince años -sintetiza el doctor Hoogstra-
la tendencia mundial se da hacia la incorporación de aparatología con mayores
resultados, menor costo físico y mejor recuperación; y así hemos llegamos a
éstas técnicas, estoy seguro de que por aquí pasa el futuro de los tratamientos
no invasivos”. Las imágenes de los pacientes antes y
después del tratamiento parecen confirmar este pronóstico.